sábado, 22 de octubre de 2011

Die Hard

Un grupo del 'Wellcome Trust Centre for Neuroimaging' (Londres) acaba de publicar un breve artículo en la revista 'Nature' titulado 'Verbal and non-verbal intelligence changes in the teenage brain'.

(Sue Ramsden, Fiona M. Richardson, Goulven Josse, Michael S. C. Thomas, Caroline Ellis, Clare Shakeshaft, Mohamed L. Seghier & Cathy J. Price -- doi:10.1038/nature10514).

La conclusión general es que, entre los 14 y los 18 años de edad, algunos individuos cambian su capacidad intelectual, declinando en 20 puntos de CI o ganando hasta 23 puntos de CI. Además, estos cambios se expresan en modificaciones estructurales en regiones del cerebro implicadas en funciones sensorio-motrices --ver figura.


Explorar la dinámica del cerebro y su relación con la capacidad intelectual durante el desarrollo es un objetivo científico relevante. Pero también es algo que debe hacerse evitando apelar al sensacionalismo. Observen cómo se cierra el resumen que abre el artículo:

"estos resultados deben animar a admitir que se puede mejorar el potencial intelectual, y avisa de que la precocidad no tienen por qué expresarse más tarde".

En esta investigación se consideran 19 chicos y 14 chicas. Según declaran, el 20% se movió hacia arriba o hacia abajo 15 puntos de CI.

O, lo que es lo mismo, pero suena diferente, el 80% NO se movió.

En números concretos, 26 jóvenes de los 33 no cambiaron su posición en la escala de CI valorada por la batería Wechsler entre los 14 y los 18 años de edad.

Los cambios de la magnitud señalada en el artículo (entre 20 y 23 puntos) en los 7 chavales que manifiestan movimientos de CI hace sospechar de 'problemas' en la evaluación de la capacidad intelectual.

Se usa la escala para niños y adolescentes en la primera evaluación (WISC) y la escala para adultos en la segunda evaluación (WAIS). El rango de edad de los chavales evaluados con el WISC es de 12-16 años, mientras que ese rango cuando se usa el WAIS es de 15-20 años. ¿Puede existir algún problema en las asignaciones de CI?

Pero no importa, estos científicos son inasequibles al desaliento y proceden a estudiar la relación de esos cambios con la estructura cerebral. A pesar de observar que "solamente se relacionaron los cambios de CI con cambios de estructura cerebral en regiones sensorio-motrices (...) pero no se apreció ningún cambio en las regiones fronto-parietales asociadas habitualmente a la inteligencia", concluyen que sus resultados son extraordinariamente importantes y poseen fuertes implicaciones.

¿Cómo puede ser que no se observe ningún cambio en las regiones clave del cerebro que soportan la inteligencia en el periodo de edad considerado, pero que, simultáneamente, haya movimientos de CI de la magnitud declarada en este informe?

Algo huele mal en la City...

Al menos admiten que son necesarias investigaciones con grupos más numerosos de participantes que pueden apoyar o rechazar sus propias conclusiones.

El problema es que no es demasiado probable que 'Nature' sea receptiva a publicaciones, mucho más apropiadas metodológicamente, que puedan encontrar algo diferente a lo ya publicado en ese breve artículo.

Desgraciadamente mis colegas saben a lo que me refiero.

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