martes, 10 de julio de 2012

Entrenamiento de la memoria operativa (working memory) y mejora de la inteligencia


España es una excepción, por lo que yo sé, pero en países como los Estados Unidos se está viviendo una interesante excitación ante la posibilidad de mejorar la capacidad intelectual de los ciudadanos usando un particular tipo de entrenamiento psicológico.

Aunque hubo algún precedente, el pistoletazo de salida se produjo a raíz de una publicación de una investigadora suiza (Susanne Jaeggi) en la revista PNAS.

Jaeggi, S. M., Buschkuehl, M., Jonides, J., & Perrig, W. J. (2008). Improving fluid intelligence with training on working memory. PNAS, 105, 68296833.

Jaeggi fue rápidamente contratada por la Universidad de Michigan y actualmente se encuentra en la de Virginia explorando las sugerentes posibilidades de esa clase de entrenamiento. Su red se expande y nuestro propio equipo de investigación de la UAM (que incluye miembros de Europa, Estados Unidos y Canadá) cuenta actualmente con la colaboración de su equipo. La ciencia es cada vez más internacional e ignora las fronteras.

Hay excitación, pero también escepticismo.

Mejorar la capacidad intelectual ha demostrado ser un objetivo duro de pelar. En no pocas ocasiones se han publicado informes positivos, pero, con el tiempo, las críticas han arreciado demostrando que el optimismo estaba injustificado.

En el primer trimestre de 2012 William Klemm publicó un artículo en 'Psychology Today' revisando este campo, pero centrándose en el tipo de entrenamiento usado por  Jaeggi. En concreto, la pregunta es: ¿pueden las mejoras en memoria operativa incrementar la capacidad intelectual?

Esa memoria operativa (working memory) expresa la cantidad de información que se puede manipular simultáneamente de un modo fiable (por ejemplo, si me dictan un número de teléfono y a la vez estoy viendo una bola decisiva en la final de Wimbledon ¿recordaré los dígitos que debo marcar cuando Federer haya superado a Djokovic?). El entrenamiento logra mejorar el nivel inicial de los individuos entrenados. El impacto posterior sobre la capacidad intelectual es especialmente visible en quienes parten de una peor situación (en los menos inteligentes). Cuanto más extenso es el entrenamiento cognitivo, mayor resulta el impacto sobre la inteligencia, es decir, se aprecia un efecto de la dosis.

Se comienza incluso a desarrollar software para entrenar la memoria operativa, prometiendo un impacto positivo sobre la capacidad intelectual. MindSparke, Cogmed, o Jungle Memory son algunos ejemplos.

¿Se relacionan estos presuntos cambios con el cerebro?

En algún estudio se ha encontrado que el entrenamiento de la memoria operativa modifica los niveles de un neurotransmisor denominado dopamina, asociado a sensaciones de recompensa y euforia. Los individuos que se entrenan incrementan esos niveles de dopamina.

En nuestro equipo de investigación nos encontramos en proceso de averiguar si esa clase de entrenamiento cognitivo modifica positivamente la estructura y la función cerebral. Por ahora hemos replicado el hecho de que los individuos pueden mejorar sustancialmente su rendimiento durante el entrenamiento. Resta por saber si esas mejoras concurren con cambios relevantes en la sustancia gris, en la integridad de la materia blanca que conecta los principales centros de procesamiento del cerebro y en la conectividad funcional entre regiones clave que soportan la inteligencia humana. En ello estamos.

Por ahora no somos pesimistas. Usando un videojuego comercial hemos comprobado que las mejoras en el juego logran modificar regiones del cerebro relacionadas con la capacidad intelectual. Los resultados encontrados se publicarán en la revista 'Human Brain Mapping' y en la revista 'Intelligence'. Pero de esto hablaremos en otro post...

Fuentes de interés:

Alloway, T. P. & Alloway, R. G. (2008). Jungle Memory Training Program (Memosyne Ltd, UK).
Alloway, T. P. & Alloway, R. G. (2009). The efficacy of working memory training in improving crystallized intelligence. Nature Precedings. Htl: 1010/npre.2009.3697.1
McNab, F. et al. (2009). Changes in cortical dopamine D1 receptor binding associated with cognitive training. Science. 323: 800-802.
Verhaeghen, P., Cerella, J., and Basak, C. (2004). A working memory workout: how to expand the focus of serial attention from one to four items in 10 hours or less. J. Exp. Psychol, Learning, Memory and Cognition. 30 (6): 1322-1337.

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