Adam
Chuderski es un científico polaco que trabaja mucho y bien dentro del campo de la
psicología de las capacidades humanas y de la psicología diferencial. Aunque
tenemos algunas discrepancias sobre algunas cosas, concordamos en otras. Hoy
comentaré un ejemplo de las segundas.
Acaba de publicar un
artículo en ‘Cognitive Psychology’ en el que estudia la relación de las
oscilaciones neuronales con la capacidad de razonar. En concreto, explora el
efecto de la proporción entre las ondas theta y gamma sobre el rendimiento en
un test de razonamiento fluido.
Ya discutimos en este mismo foro
algún trabajo sobre ondas cerebrales y su relación con las capacidades mentales.
Los autores de este artículo usan
simulaciones y datos de individuos reales para averiguar si la sincronización
theta/gamma puede ayudar a comprender el sustrato biológico de las diferencias
de razonamiento. Me atrajo particularmente la idea de que la memoria operativa
(working memory) se encuentra
implicada en esa relación. En concreto, las variaciones de sincronización
podrían explicar por qué algunos individuos pueden conservar representaciones
más fiables de la información necesaria para aplicar los procesos de
razonamiento. Esa perspectiva concuerda y sustancia nuestra
hipótesis sobre por qué el almacenamiento temporal de la información (short-term memory) explica la relación
de la memoria operativa con la capacidad intelectual.
Las oscilaciones neuronales estarían
detrás de las conexiones entre piezas de información (binding features) que deben considerarse, tanto en las tareas de
memoria operativa como al razonar. Las oscilaciones gamma que varían en
frecuencia se usarían para codificar distintos tipos de información y la
amplitud (power) de la banda gamma se
relacionaría con el número de ítems conectados. La banda theta organizaría e
integraría redes distantes, modulando bandas gamma para representar la
secuencia de eventos.
Un modelo adecuado debe explicar las
diferencias individuales en la capacidad de la memoria operativa (entre 1 ó 2
ítems y 6 ó 7 ítems). Las simulaciones apoyan la idea de que a medida que
aumenta la complejidad de la tarea (el número de ítems a recordar) la
proporción theta/gama sube de 2.1 a 5.7. Por encima de ese valor las oscilaciones
son muy inestables.
Al razonar es necesario conectar
relaciones entre objetos. Las conexiones, y no los ítems, incluyen importante
información para llegar a una solución en una tarea mental compleja. Pero
también permiten conservar en un estado activo la información relevante:
“El modelo propone que existe un balance en la memoria
operativa entre la estabilidad de las conexiones (a mayor inhibición, mejor
estabilidad) y el número de conexiones (a mayor inhibición, menos número).
El
valor óptimo de inhibición, es decir, el que permite mantener un número estable
de conexiones, es responsable de la capacidad máxima del sistema.
No
obstante, mantener la inhibición en niveles ideales es difícil para algunos
cerebros”.
Una mejor capacidad de razonamiento
podría relacionarse con el número de picos oscilatorios (ciclos gamma) en una
fase de procesamiento (por ejemplo, durante la activación de las conexiones
relevantes –ciclo theta). La proporción theta/gamma permitiría evaluar esas
diferencias de capacidad: un mejor razonamiento vendría facilitado por un
número mayor de picos gamma en un ciclo theta.
Las oscilaciones se sincronizan para
conectar objetos según su papel en una determinada relación. Los procesos de
inhibición permiten separar conexiones sucesivas. Los límites de capacidad de
la memoria operativa son una propiedad intrínseca de los sistemas oscilatorios.
No se puede escapar al dilema de ponderar la estabilidad y el número de
conexiones. Algunos cerebros resuelven mejor que otros ese dilema.
La capacidad para mantener la
información relevante en un estado activo y los procesos de inhibición son
factores relacionados. La fuerza de la inhibición determinaría la capacidad,
pero es el número de conexiones la variable que sustentaría la capacidad de
razonar:
“Lo que se necesita para razonar adecuadamente es una gran
capacidad, no inhibición en sí”.
De ahí que la memoria a corto plazo
sea un factor clave.
Finalmente, los autores se preguntan
en qué regiones del cerebro serán particularmente relevantes las oscilaciones
que subyacen a la memoria operativa y los procesos de razonamiento. Se decantan
por regiones de los lóbulos parietales y frontales. En concreto, la corteza
dorso-lateral, ventro-lateral y rostro-lateral prefrontal, así como el lóbulo
parietal inferior.
Debe reconocerse que hay un
sustancial nivel de especulación en esta perspectiva. Pero su simplicidad es
particularmente atractiva para perseguir el reduccionismo que tanto hizo
avanzar el conocimiento científico. La Psicología no es una excepción, mal que
pese en algunos foros.
Muy interesante, aunque el tema de las oscilaciones (macroscópicas) siempre me ha resultado muy abstracto y demasiado general... da la sensación de que, en lugar de dar un paso hacia adelante, se esté creando una nueva manera de complicarnos la vida. Algo parecido a lo que está ocurriendo en los últimos años con los análisis de graph theory.
ResponderEliminarEn cualquier caso puedes ignorar mi comentario, que solo es una excusa para preguntarte por qué has puesto una foto de Óscar de cuando era chaval.
La oscilación macroscópica es un paso hacia el comportamiento de las asambleas de neuronas.
ResponderEliminarSeguramente Óscar reprobaría tu comentario. Dudo que tenga antecedentes polacos.